IU CONSIDERA MUY
LESIVA PARA EL OLIVAR DE LA PROVINCIA LA PROPUESTA DE LA NUEVA PAC
El responsable provincial de Economía y
Empleo de Izquierda Unida en Jaén –José Luis Espejo-, una vez conocida la
propuesta inicial de la Comisión de la UE y las posiciones y acuerdos adoptados
en el Consejo de Ministros de Agricultura y en el Parlamento Europeo sobre la
futura reforma de la PAC 2014-2020 y, en especial en lo referente al sector del
aceite de oliva, manifiesta su profunda decepción por dichos dictámenes. La
orientación de sus líneas generales no solo no afronta la solución de los
problemas reales de los productores agrarios y oleicultores de nuestra
provincia, sino que producirá muy
probablemente una disminución de las ayudas comunitarias y las consiguientes
pérdidas que seguirán produciéndose en los precios obtenidos vía mercado, que
apenas llegan al umbral de rentabilidad. A falta del acuerdo final entre el
Consejo de Ministros de Agricultura y el Parlamento Europeo, y aún con las
incertidumbres existentes en función de las negociaciones que se desarrollarán
a partir de ahora hasta el próximo mes de junio, se pueden entrever algunos
elementos comunes:
Así –señala José Luis Espejo-, no se
contemplan los necesarios mecanismos de regulación para el sector del aceite de
oliva –precio de intervención y sistema de intervención-, después del evidente
hundimiento de los precios de los últimos años, con pérdidas relevantes de
rentabilidad. Más al contrario, se continúa optando por el mecanismo del
almacenamiento privado, que se ha manifestado inservible para frenar la caída
de los precios e inapropiado, al despreciar las especificidades del aceite de
oliva y del cultivo de olivar, caracterizadas por las fluctuaciones en la
producción al tratarse de un cultivo vecero. De esta forma –apunta José Luis
Espejo-, no se va a poder evitar la volatilidad de los precios y sus
consiguientes repercusiones en la renta de los oleicultores y en la
fidelización en el consumo del aceite, a pesar de la propuesta de
reconocimiento y actualización de nuevos precios de referencia, pero sin
desencadenamiento automático.
La filosofía de la desregularización y
mercantilización, promovida por esta Europa neoliberal –continúa el responsable
de Economía de IU-, está convirtiendo las instituciones comunitarias en el
Consejo de Administración del Poder Económico, ya que cuando los políticos de
esta orientación renuncian a intervenir en el mercado y legislan para obligar a
su vez a los propios estados nacionales a inhibirse también, es el capital y
las trasnacionales quienes dominan el mercado. Tampoco se aprecian avances
significativos en medidas favorecedoras de la concentración de la oferta o en la limitación de los márgenes máximos de
beneficios (principio no aceptado en el capitalismo, ni siquiera en una
economía social de mercado) para poder contrarrestar la posición dominante de
la distribución y transformación, que se comportan como un mercado
oligopolístico. La desregulación de
los mercados es el caldo de cultivo para que la gran distribución campe a sus
anchas e imponga condiciones y precios a los eslabones más débiles. Los
productos agrarios, por su naturaleza, producen fluctuaciones en las
producciones e inestabilidad en los mercados y los precios. La alimentación es
un sector de tal transcendencia que debe ser regulado y controlado, por sus
repercusiones estratégicas, y donde además es preciso garantizar la seguridad y
soberanía alimentarias.
Tampoco se prohíben las mezclas de aceite de
oliva con otras grasas vegetales, ni se profundiza en medidas generales
(transversales) a todas las producciones sobre la modulación hacia una más
justa distribución de las ayudas, situándose el límite máximo consensuado en 300.000
€ por productor, que apenas afecta en España al 0,16% de los receptores de ayudas
(unos 1.260).
Por otra parte, señala José Luis Espejo-,
en los nuevos criterios de asignación de las subvenciones el panorama no es
menos desolador, ya que con los acuerdos, ya firmes, de reducción en términos
reales del 15% del Presupuesto para la PAC en todo el período 2014-2020, y en
el supuesto de un escenario benévolo, en Jaén es previsible una reducción no
menor al 35% de la asignación media que actualmente recibe la provincia, que es
de unos 700 euros por hectárea de olivar. Pero, si la reducción en la cuantía
es importante, no lo es menos la perversidad de la justificación de la misma
–afirma José Luis Espejo-, que no es otra que instaurar “la anhelada” ayuda por hectárea pura al final del período, como
propone el Comisario Ciolos, o una combinación entre la ayuda por hectárea y la
actual ayuda fija, basada en una media de ayudas por producciones reales durante
tres cosechas consecutivas. Y es que –señala el responsable provincial de
Economía de IU-, cuando en el año 2003 se produjo la revisión intermedia y se cambió
de orientación en la concesión de las ayudas comunitarias, basada hasta
entonces en la actividad productiva, hacia ayudas directas al productor en pago
único, basadas en medias históricas de producción y desacopladas de la
producción efectiva, se abrió la puerta a este modelo de concesión de ayudas
que castiga especialmente a nuestra provincia, al ser la primera productora
mundial de aceite. Un modelo de concesión de ayudas –concluye José Luis Espejo-
que no garantiza el mantenimiento de la actividad y del empleo, en un sector,
como el del olivar, con una gran proporción por hectárea de generación de
empleo, que contribuye a mantener los asentamientos rurales y la renta de los
agricultores, tan necesaria en estos momentos de desempleo y de falta de
creación de riqueza en nuestra provincia.
Jaén, 26 de Marzo de 2013.
*Para más información,
contactar con José Luis Espejo Chamorro (Tlf. 659886375).
GABINETE PROVINCIAL DE COMUNICACIÓN DE
IULVCA