jueves, 23 de julio de 2015

Reforma de la Ley Electoral

El PP quiere hacer una reforma de la Ley Electoral; ya ha dado los primeros pasos aunque no podrá ser aprobada en esta Legislatura; sin embargo un grupo de técnicos la "desmenuzará" y la dejará lista para que entre en vigor tan pronto salga el nuevo gobierno de las generales de noviembre. Una reforma que va encaminada, no sólo a consolidar el bipartidismo, sino que pretende eliminar a otros partidos minoritarios que tantos quebraderos de cabeza le dan, que actúan como un Pepito Grillo de la política y de la democracia. A todo esto, el PSOE, no dice ni sí ni no, sino todo lo contrario; anclado en la ambigüedad porque sabe que, a fin de cuentas, esta reforma que pretende la derecha le favorece.

Y digo yo, esta reforma de la Ley Electoral –si se lleva a cabo- ¿no debería ir encaminada a que todos los votos emitidos tuvieran el mismo valor? No es de recibo que un partido minoritario (precisamente por esta Ley) con un millón largo de votos tenga dos diputados y otros con trescientos mil obtengan doce o catorce.

La meta es la igualdad, ese es el espíritu y la letra de nuestra vigente Constitución, que, en su art. 1.1. consagra el pluralismo político como valor superior (esta reforma trata de limitar, cuando no eliminar, ese pluralismo político), además, el art. 68.1 de la Carta Magna dice claramente que el voto será “libre, IGUAL, directo y secreto”, por tanto esa es la dirección que debe llevar cualquier modificación de la Ley Electoral, que cada representante público tenga el respaldo proporcional al número de votos obtenido. Cualquier modificación de la Ley en otro sentido sería un fraude electoral y significará -como hasta ahora- subvertir la voluntad popular. Quien apoye esa iniciativa legislativa será cómplice de la injusticia y de la desigualdad.

Área de Comunicación de IU de Úbeda